Este lunes, se hizo viral en la red social Twitter una fotografía de una factura proveniente del Farmatodo de la Urbanización Vista Alegre, en Caracas donde se muestra un aumento descomunal de la fórmula para bebés, sin ninguna justificación aparente.
Al respecto, la fotografía, que fue publicada por el usuario Jorge Landa, muestra cómo la fórmula para bebés de la marca Mah premium (una marca holandesa) en su versión para niños de 3 a 6 meses sufrió un aumento criminal al pasar de 2.531.500 bolívares -de por sí ya una exageración- a 6 millones 100 mil bolívares, la lata de 400 gramos.
Pero más allá del aumento, lo que realmente sorprendió a los usuarios fue el tiempo que tardó el referido producto en aumentar: solo una hora y 40 minutos.
En ese sentido, el usuario publicó dos facturas del mismo producto, comprado el mismo día en la misma tienda, pero con una diferencia de casi dos horas entre una compra y otra.
Al observar la fotografía, se puede observar que en la primera compra, facturada el 27 de mayo a las 3:35 fueron adquiridas dos latas de fórmula para bebés de la referida marca por un precio unitario de 2.531.500 bolívares, lo que dio un total de 5.063.000 bolívares.
Poco tiempo después, a las 5:15 de la tarde, otra persona compró una sola lata de la misma marca, con las mismas especificaciones, pero por más de 6 millones de bolívares.
¿Este aumento tiene alguna justificación económica? ¿Se puede alegar que esto es producto de la inflación y que sigue las reglas de la economía tradicional? ¿Se puede creer que la segunda lata comprada es mercancía nueva o es la misma pero remarcada con precio nuevo?
Esta y otras interrogantes se hicieron los internautas al ver cómo una cadena de farmacias como Farmatodo establece precios deliberadamente criminales ante la ausencia de los organismos de control como la Sundde, que se hacen de la vista gorda ante estos abusivos aumentos.
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Que un mismo producto que ya se encontraba en existencia haya aumentado su precio en cuestión de horas es, más que un delito, un acto criminal que atenta contra el bolsillo de los venezolanos, quienes se ven obliga pagar estos precios con tal de alimentar a sus hijos.
Aunque todavía existen muchos venezolanos que niegan la existencia de una guerra económica, situaciones como la de este Farmatodo no solo dan evidencias contundentes sobre este flagelo, sino que además deben servir para que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto.
¿Qué pasaría si el gobierno interviene o expropia a los Farmatodo como justa medida por cometer este tipo de delitos? Lo más probable es que muchos opositores salgan a defender a esta cadena de farmacias, que ha hecho de la especulación todo un negocio.
Ely Reyes/Ciudad VLC
Foto Twitter/Archivo
