Imperdibles del periodismo [4]: El Nuevo Periodismo de Tom Wolfe, se aproxima a este incunable de la crónica periodística actual. Fue publicado en 1975 por Picador, Pan Books Ltd., Londres. JCDN.

 

Portada del libro incunable de Tom Wolfe publicado por la Editorial española Anagrama

Si revisamos “El Nuevo Periodismo” (1975; Anagrama, 1977 y 1981) de Tom Wolfe, el ajiaco o cruzado emparenta la crónica periodística [o el gran reportaje] con la novela, esto es que los nuevos cronistas gringos de los años 60 y 70 provenían de una colmena frustrada  de grandilocuencia novelística [según este mismo escritor y dandy de punta en blanco, tenemos que “No había sitio para el periodista, a menos que asumiese el papel de aspirante-a-escritor o de simple cortesano de los grandes”]. ¿Herederos o sátiros de la novela de no ficción auto-atribuida por Truman Capote en “A sangre fría”?.

 

Curiosamente, Wolfe desarrolla un ágil, esclarecedor y malhablado ensayo [cual si fuera una crónica] para presentar una antología de neo-periodistas o cronistas desfachatados como Norman Mailer, Terry Southern, Rex Reed, Barbara Goldsmith y el mismísimo compilador, entre otros. De tal esperpéntica camada surgirían un par de interesantes novelistas: Norman Mailer y el teórico Tom Wolfe. La propuesta teórico-existencial y no teorética apunta a un pastiche impertinente que le imprima dinamismo [sazonado con irreverencia] al discurso periodístico embebido de la compulsión novelística.

No importa que la cosa devenga en la demencia megalómana: ¿Acaso la novela no es la febril configuración obsesiva del mundo por parte de su desarticulado autor? Veámonos en los espejos de egregios descocados como Cervantes, Balzac, Dostoyevski, Faulkner, Nabokov o el Gabo García Márquez. A tal respecto, nos dice Wolfe: «La Novela no era una simple forma literaria.

Era un fenómeno psicológico. Era una fiebre cerebral. Figuraba en el glosario de Introducción General al Psicoanálisis, por algún sitio entre Narcisismo y Obsesiones Neuróticas». El Nuevo Periodismo como agente afilado de contra-propaganda mediática, ha estimulado e inflado Egos hipertrofiados que no pueden contener las altísimas iglesias góticas.

 

Otra edición más reciente del texto imprescindible y lúdico de Tom Wolfe

Desde el punto de vista técnico, el desarrollo de esta nueva escuela periodística [¿anti-escuela?] abrevó en las técnicas novelísticas de algunas voces del Realismo como Balzac, Gogol y Dickens, cuyo instrumental y metodología desembocaron en la composición o simulación de un reportaje periodístico ficticio.

Es entonces un curioso caso de retroalimentación entre el periodismo y la literatura o, peor aún, un relato clínico arrebatado de transferencia y contratransferencia entre géneros que intercambian los roles del médico y el paciente. ¿O por qué no los del narrador, el personaje y el lector?.

 

LEE ESTOS CONSEJOS DE TOM WOLFE PARA LOS PERIODISTAS

 

En tal sentido, los nuevos periodistas descubrieron, tomaron prestado y adaptaron cuatro procedimientos novelísticos: la construcción de la historia a saltos, esto es escena por escena; hacer un registro maniático, vitalista y detallado del diálogo, tanto en el reportaje como en la entrevista; el empleo del punto de vista omnisciente al extremo de escarbar en la mente y el alma de los protagonistas de la noticia; y, finalmente, el afán sociológico y antropológico del novelista en el abordaje de su entorno.

 

Un retrato pictórico del periodista y escritor Tom Wolfe

En el caso venezolano, recordamos las entrevistas personalísimas de José Pulido en el diario «El Nacional»; la tendencia a la irreverencia y la iconoclastia de los trabajos publicados en medios como la extinta «Economía Hoy» o «El Diario de Caracas»; o qué tal el abanico maravilloso, díscolo y plural de los articulistas y cronistas en «El Nacional» de la década de los ochenta y noventa como Juan Nuño, José Ignacio Cabrujas, Manuel Caballero [esta trilogía bulliciosa de la página C-1], Elisa Lerner, Matías Carrasco, Aníbal Nazoa y Earle Herrera, entre sus múltiples voces.

 

LEE SOBRE EL PERIODISMO SEGÚN TOM WOLFE

 

Valencia, la de Venezuela, con honrosas excepciones, ha visto desaparecer muchísimos espacios periodísticos de opinión, reportaje y ágil crónica. ¿Recuerdan los enfrentamientos velados entre derechistas e izquierdistas [o enjundiosos] en el suplemento Lectura Tangente del diario Notitarde? En este particular, la cosa no sólo apunta a la crisis o guerra económica, sino a un no declarado y vil despropósito de suprimir la memoria de la ciudad. ¿O acaso la desaparición de la obra y humanidad virtual de ciertos cultores del nuevo periodismo en internet, se deba al mal del sueño y el olvido que atacó a Macondo después del Diluvio?  Releamos en un estado de complicidad latente los reportajes, los cuentos y las novelas del Gabo como un Todo esclarecedor, enternecedor e hiperrealista.

 

José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC

 

LEE LA ENTREGA TRES DE ESTA SERIE REFERIDA A LA NOVELA «A SANGRE FRÍA» DE TRUMAN CAPOTE

 

José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC

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