Los habitantes del Barrio La Bocaína, ubicado al sur de Valencia, cansados de que les hurtarán constantemente los cables telefónicos decidieron implementar medidas “extremas de seguridad” por su cuenta, bajo la chispa que se enciende en tiempos de crisis.
Así lo detalló el reportero gráfico Jacinto Oliveros en su cuenta en Instagram en días pasados, mostrando unas imágenes del Barrio La Bocaína como nunca antes se había visto.
Es así que con botellas de bebidas vacías decidieron guindarlas sobre dichos cables que están en la mira, de modo tal que suenen a quien ose manipularlos y sirvan de alerta a la comunidad, además de colocarles una carcasa de metal para evitar el corte y sustracción.
Desde el año pasado, los amigos de lo ajeno se han dado a la tarea de hurtar en varios sectores de la ciudad industrial, dejando a miles de familias incomunicadas (sin línea telefónica, ni Internet) al igual que muchísimos comercios se han visto afectados por las conexiones de puntos de venta.
Situación que se repite en todo el país
De acuerdo a reportes reseñados en otros diarios del país, las denuncias de robos de cable ante Cantv se ha incrementado. Muchos sectores tienen hasta casi un año sin los servicios de comunicaciones. De hecho, la estatal telefónica ya ha informado que la cantidad de reposición sobrepasa el material que se recibe a razón de las copiosas denuncias.
En Naguanagua el Consejo Comunal San José de Mañongo hizo una gran inversión para reinstalar 500 metros de cable anteriormente hurtados, y en tan solo una semana 180 metros del cable aéreo fueron sustraídos, los cuales estaban conectados vía subterránea.
Los robacables atacan de noche, con una piqueta cortan el cableado de extremo a extremo para luego sustraer las tres líneas de cobre y venderlas en el mercado negro centralizado en las ventas clandestinas de chatarra que pagan altas sumas de dinero por ellas.
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Vanessa González/Ciudad VLC