El joven cineasta Miguel Espejo nació en un pueblo llamado Manuare, ubicado en el municipio Carlos Arvelo del estado Carabobo, un 12 de septiembre del año 1976, y dicho con sus propias palabras, “en la pata de un cerro”, llamado Santa Rosa.

 

miguel espejo manuare cine

 

Espejo se considera a sí mismo un artista profundamente  preocupado por la cultura. Actualmente es un activador cultural que se debate entre sus dos grandes pasiones: la música y el cine.

 

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Un joven y sensible creador que se entrega en cada proyecto, bien sea con adultos, pero especialmente con los niños.

 

Miguel estudió guitarra clásica, solfeo y armonía en diferentes instituciones, pero terminó graduándose en la Misión Sucre como docente en Educación mención Desarrollo Cultural.

 

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No pude continuar mis estudios de guitarra académica por falta de recursos, pero me dediqué al estudio, investigación  e interpretación de la trova y la música en general (…) recuerdo a mis profesores como Juan Rivero, Leonardo Lozano, Efraín Silva, Luis Ochoa, profesores tan  dedicados como condescendientes también, a los cuales les tengo mucho afecto”.

 

Destaca, por otra parte, que el profesor Lozano cuando observaba a un alumno “muy entregado”, incluso le regalaba una guitarra.

 

Interés en el cine

 

Miguel Espejo comenzó a incursionar en el cine durante un fugaz y fallido intento por estudiar Educación en la Universidad de Carabobo (UC), lo define así por la  “incompatibilidad de criterios con ese régimen capitalista,  lo que hay en esa universidad…  sí que es un régimen”, comenta Miguel a manera de chanza.

 

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En el Departamento de Fotografía de la UC, junto a entrañables compañeros como Pedro Laya y Edgar González entre otros, realizó sus primeros estudios sobre lo que es la creación fotográfica.

 

También durante esa permanencia en la UC coqueteó con la actuación, de hecho muchas personas  le dicen “tienes más cara de actor de teatro que de otra cosa”, asunto que para nada le molesta, muy por el contrario, le sirve de inspiración para todo lo que encierra su dinámica creativa.

 

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Pero no es sino hasta el año 2011, aproximadamente, cuando conoce a Daniel  Siugza y comenzó a realizar los talleres de cine que este dictaba a través del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CENAC) y terminó absorbiéndolo dentro de su grupo de creación audiovisual llamado Rabo de Nube.

 

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Con disciplina y constancia se ha hecho merecedor de múltiples reconocimientos.

 

Actualmente funge como director de Fotografía y camarógrafo de la agrupación. Ha realizado los programas de Cinecrónica, conducido por Daniel Siugza, los cuales son aproximadamente 48, entre otros trabajos, como lo fue la biografía de Jorge Rodríguez (largo documental) llamado Manantial Subversivo.

 

 Mirando al futuro

 

Siendo uno de los pocos cineastas de la región que se ha dedicado a impartir instrucción a los niños en materia de cine, Miguel Espejo apuesta al futuro de esta disciplina por lo menos en la entidad.

“El cine a partir de las políticas emanadas del  CENAC tuvo un auge, el acceso a la tecnología que tenemos hoy en día, no es lo mismo que la tecnología de los años 90 o más allá; por ejemplo, el cine que hacia el maestro Roman Chalbaud, que eran unas producciones que costaban mucho llevarlas a cabo (…) hoy en día con una cámara sencilla o un simple teléfono celular se pueden hacer corto metrajes, como de hecho lo hemos realizado en talleres que he dictado, de tal manera que la tecnología ha hecho del cine una disciplina artística más accesible”, destacó.

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Municipio_Carlos_Arvelo

 

Y acotó finalmente: “Para nadie es un secreto que en estos momentos estamos en una situación país distinta, que dificulta el avance en cualquier materia artística que uno se proponga, sin embargo, los colectivos de trabajo cinematográfico no han mermado en su trabajo, y en Venezuela, como en ningún otro país de Latinoamérica, el manejo de las redes sociales y la edición audiovisual,  en conjunción con otros elementos que forman parte de la disciplina audiovisual, tienen un repunte importante, por tal motivo digo tajantemente que hay que cultivarles esa noción de saber ver cine, para decirlo de otra manera, me gusta cuando siembro en tierra virgen, porque los niños… son dinamita”.

 

José Becerra/Ciudad Valencia