En las últimas semanas el gobierno revolucionario del presidente Nicolás Maduro está librando combates fundamentales en los terrenos jurídico, diplomático y político contra el robo y el despojo que pretenden potencias imperialistas y gobiernos lacayos contra lo que es de todos los venezolanos y todas las venezolanas, contando además, con la complicidad activa de algunos que nacieron en este país, pero son indignos de llamarse venezolanos (o venezolanas).

Por una parte, el gobierno derechista de la República Cooperativa de Guyana, con el apoyo de los gobiernos de EEUU y Gran Bretaña y empresas transnacionales petroleras -con la Exxon Móvil a la cabeza- pretenden llevar y decidir la controversia que tenemos desde hace más de un siglo por el territorio de la Guayana Esequiba a la Corte Internacional de Justicia.

Nuestro gobierno, en respuesta patriótica que lo enaltece en defensa de los derechos y títulos de Venezuela sobre ese territorio, desconoció la jurisdicción de esa Corte en esta controversia, pues, desde febrero de 1966 cuando se firmó el Acuerdo de Ginebra, es este Acuerdo el mecanismo bilateral para dilucidarla y así lo dejó clara y firmemente establecido nuestro gobierno en las declaraciones de la Vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez y del Canciller Jorge Arreaza.

También nos enfrentamos al robo vil y descarado de 31 toneladas de oro venezolano que se encuentran en el Banco de Inglaterra.

Resulta que ante el planteamiento el gobierno venezolano para utilizar ese oro en función de enfrentar la pandemia del COVID-19, en coordinación con la OMS y la OPS, un tribunal de instancia inglés decide que el oro es de Venezuela, pero lo debe administrar Juan Guaidó, desconociendo al gobierno legítimo y constitucional del presidente Nicolás Maduro. Se trata de un nuevo robo que intenta la mafia ultraderechista, esta vez con el apoyo de la vieja y decadente monarquía británica.

Igual que en 1899, cuando Gran Bretaña, EEUU y la Rusia Zarista con el apoyo de un sector de la burguesía criolla, nos despojaron de la Guayana Esequiba con el Laudo Arbitral de París, ahora, Gran Bretaña y EEUU, junto a los herederos de esa burguesía, nos quieren robar el oro que es de todos los venezolanos.

En 1899 el pueblo de Caracas y otras ciudades de Venezuela salió a las calles a repudiar el arbitraje anti nacional. Esa es la respuesta de dignidad Patria de nuestro pueblo y nuestro gobierno revolucionario hoy frente al robo y el despojo que pretenden contra Venezuela. Seguimos venciendo.

 

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Eduardo Piñate

 

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