Armando Rojas Guardia y Blas Perozo Naveda, una doble herida al corazón… Se fueron es un decir, señala que no tendremos poemas nuevos, recién salidos del horno, de ninguno de los dos. Señala que no los encontraremos en eventos abriéndonos los ojos acerca de sus nociones de poesía, pero al mismo tiempo sabremos que serán más leídos, porque quién no conocía sus obras las buscará y probablemente las tendrá más “a la mano”.
El primero, Armando Rojas Guardia, nació en la zona central del país, en Caracas; y el segundo, en occidente, en el estado Zulia, pero para ser más precisos: entre Zulia y Falcón, porque así lo consideraba el propio Blas Perozo Naveda.
Para Rojas Guardia, caraqueño, priva el trasfondo religioso de sus búsquedas, la necesidad de su encuentro con Dios, su búsqueda; en la obra de Perozo, la virtud de su verbo tiene que ver con la irreverencia, la rebelión, el riesgo de ser diferente. Y nos atrevemos a considerar que eso los acerca.
Dos escritores de obra copiosa, incansables en su conexión con la escritura, arriesgan la posibilidad de vidas acomodaticias en función del riesgo de ser auténticos, y ambos atraviesan, recorren, un largo camino de actividad intelectual en función de sus seres creadores.
Dos apasionados entregados al carácter de la Poesía
Podemos decir, personalmente, que hemos tenido el privilegio de ser amiga cercana de ellos, en distintos espacios y circunstancias, con Blas Perozo coincidimos en la Escuela de Letras de la Universidad del Zulia, en el Grupo La Mandrágora de Maracaibo, en las lecturas de poesía grupal en diferentes lugares del Occidente de Venezuela, en la amistad, la solidaridad y el cariño de muchas causas en común.
Con Armando Rojas Guardia ocurrió durante nuestra estadía por décadas en Caracas, posterior al nacimiento de Tráfico, en tiempos de solidaridad y camaradería cómplice, tanto celebratoria como dolorosa en sus momentos, por lo que damos testimonio fehaciente de la pasión y la autenticidad de ambos escritores. Y nos consta que desde fueros distintos ambos amaron este país, y sus obras lo testimonian desde distintas lecturas interpretativas.
Hacemos una selección de sus poemas para esta publicación, y las acompañamos de notas bio-bibliográficas con el afán de darles a conocer su obra a nuevos lectores y acompañar a quienes les conocían con anterioridad. Y que brille para ambos la luz perpetua.
Poema homenaje a José Lezama Lima
A. R. G.
Lo recuerdo con redonda precisión.
Laura, esbelta ante la tumba,
Como otro ciprés del cementerio,
Yo no aparto los ojos de la cruz
Escueta y limpia, bajo el sol.
Se me quiebra la voz (Laura me mira)
Pero el cielo está ahí, luz estridente,
Gravitando puntual para esta cita.
Balbuceo el Padrenuestro, mientras pienso:
Haría falta encontrar una metáfora
Que discierna la verdad de este minuto
En que el grifo solar del mediodía
Abre voces y risas de la calle
Cuando arde luminoso incluso el polvo
Que blanquea el silencio de su lápida
Donde las letras fulgen, invencibles.
Haría falta aquí y ahora que el poema
(uno de los suyos, por supuesto)
Viniera a declarar este prodigio
Que Laura y yo, temblando, contemplamos:
El resplandor voraz incendia afuera
El hervor insurrecto de la historia
Con la misma luz intacta que en el mármol
Quema el verso de su nombre, tres palabras
JOSÉ LEZAMA LIMA
Anunciando una sola incandescencia:
Calle y tumba abrasadas en la imagen.
(a Laura Antillano)
Biografía de Armando Rojas Guardia:
Nació en Caracas, Venezuela, en 1949, hijo del poeta caraqueño Pablo Rojas Guardia y Mercedes Álvarez Gómez; durante los primeros siete años de vida se residenció en Praga, Haití y Nicaragua como consecuencia de los cargos diplomáticos de su padre.
Armando Rojas realizó estudios en Filosofía en Caracas, Bogotá y Friburgo. Vivió temporalmente también en la comunidad religiosa de Solentiname (Nicaragua), con Ernesto Cardenal. Posteriormente su vida transcurrió entre Caracas y Mérida.
Su obra poética incluye: Del mismo amor ardiendo (1979), Yo que supe de la vieja herida (1985), Poemas de Quebrada de la Virgen (1985), Hacia la noche viva (1989), La nada vigilante (1996) y El esplendor y la espera (2000).
Como ensayista publicó: El Dios de la intemperie (1985), El calidoscopio de Hermes (1989), Diario merideño (1991), El principio de incertidumbre (1994) y Crónica de la memoria (1999).
Su obra poética y ensayística fue recogida en 2004 y 2006, respectivamente, (2014): Mapa del desalojo. Parte de su obra ha sido reeditada, traducida y antologada en Venezuela y el exterior.
Entre otras distinciones mereció el Premio Conac de Poesía, tanto en 1986 como en 1996, y el premio de ensayo de la Bienal “Mariano Picón Salas” 1997.
Desde 2003 ejerció la docencia en Caracas, como conductor de talleres sobre literatura y filosofía de la religión.
Armando Rojas Guardia falleció el 9 de julio de 2020 en Caracas, con un fuerte evento que afecto definitivamente su salud.
Biografía de Blas Perozo Naveda
Blas Perozo Naveda nació en el Estado Falcón, el 9 de noviembre de 1943, en la población de San Pedro, península de Paraguaná. Estudió la licenciatura en Letras Hispánicas en la Universidad del Zulia (LUZ) y el doctorado en Estudios Ibéricos e Iberoamericanos en la Universidad de La Sorbona, Francia.
Ejerció el periodismo impreso en periódicos regionales y fue docente en la Universidad del Zulia, en la Facultad de Humanidades y Educación y en la Universidad de Los Andes, Escuela de Letras.
Mi casa también parte de tus ojos
B. P. N.
Porque eres una yegua enardecida
mi casa también parte en tus ojos
en el reflejo de tus dientes de burra maravillosa
Mi casa parte para siempre regresar
a esta angustia
de la espera
Hay un barco que parte
desde la cocina de mi casa
Hasta tan lejos
todas las mañanas
rumbo sur
para acompañarte
y llevar tu pulso
y tu respiración
y tu pensamiento
Puerto de mí
digo yo
que todavía soy inocente
y sigue habiendo
un barco que parte
desde la cocina de mi casa
porque mi casa
también parte
en tus ojos
Formó parte del movimiento Maracuchismo-Leninismo (1974-79). Perozo Naveda se adscribe a una generación posterior al grupo Apocalipsis de Maracaibo. Su poesía toma aliento de la poesía Beatnik, y la de poetas venezolanos de ese momento tales como Caupolican Ovalles y Víctor Valera Mora, pero tiene un profundo sentido maracucho, utilizando a conciencia modismos propios del habla regional.
Obtuvo los siguientes premios: Nacional de Poesía (1989), Municipal de Literatura, mención Poesía (1992) y Regional de Literatura Jesús Enrique Lossada (1993).
Columnista de medios impresos regionales, mantuvo también en el Diario Ciudad Caracas la columna: “Letra Roja: el rollo que no cesa”. Obtuvo el Premio Municipal de Literatura, mención Poesía (1992), y el Premio Regional de Literatura Zuliana Jesús Enrique Lossada (1993).
Blas Perozo Naveda fue el poeta homenajeado del Festival Mundial de Poesía de Venezuela, evento organizado por la Casa Nacional de las Letras, con auspicio del Ministerio de la Cultura en 2017.
Libros publicados: Caín (1969), Babilonia (1971), Date por muerto que sois un hombre perdido (1973), Maracaibo City (1983), Mala fama (1988), Mala lengua (1989); El río, el rayo (1993), La piel áspera (2002), El gallo sagrado (2006) y Canción del guerrero muerto (2012); en 2018 Monte Ávila Editores Latinoamericana publicó Millo, antología de su obra en la que también incluyó piezas inéditas cuyo tema central de reflexión fue la niñez; en 2019 la editorial El perro y la rana publicó “Con la camisa afuera”, en la Colección: Poesía Venezolana-Contemporáneos.
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Blas Perozo Naveda falleció en Maracaibo, Edo. Zulia, el 13 de julio de 2020 por quebrantos de salud.
