Cuando faltan cerca de 30 días para el inicio de una nueva temporada en Grandes Ligas, vale la pena sentarse para analizar las proyecciones que arrojan los numeritos del criollo Ronald Acuña Jr, flamante Novato del Año de la Liga Nacional en 2018, joven caudillo en Bravos de Atlanta y uno de los peloteros más “pimientosos” de las Mayores.
Sin lugar a dudas que el uso de las estadísticas en el deporte, cobra cada día mayor relevancia periodística, al permitir realizar comparaciones entre beisbolistas de distintas épocas, y estimar proyecciones sobre su posible rendimiento potencial a través de los años.
De esta manera, al estudiar los numeritos del Junior en su primera temporada como grandeliga, encontramos que se convirtió en el primer jugador en la historia de la MLB, con 20 o menos años de edad, en conectar al menos 25 jonrones con menos de 500 turnos al bate.
Asimismo, al batear para .290 de average y registrar un OPS de por lo menos .900, Acuña consolida su nombre, como futura super-estrella del beisbol, uniéndose con sus guarismos, a un selecto grupo de jugadores, integrado por MelOtt (1929), Ted Williams (1939), Frank Robinson (1956), Al Kaline (1957), Álex Rodríguez (1996) y Mike Trout (2012).
Sebermétricos, periodistas especializados y gente ligada al beisbol, aseguran que de no haber mediado las lesiones en 2018, probablemente Ronald habría conectado 40 vuelcacercas y robado más de 30 almohadillas.
Ronald es un potencial 40/30
El poder y la velocidad de Acuña Jr, lo convierten en un potencial 40/30, firme candidato a integrar un selecto club de leyendas del beisbol, junto a figuras como Hank Aaron y Barry Bonds.El Junior pareciera destinado a marcar huella en las Mayores. Conviene que sigamos su trayectoria, para constatar su evolución como pelotero “élite”.
Tal vez estos pronósticos se hagan realidad, o quizás no. Pero mientras tanto, sigamos disfrutando de esta estrella emergente del beisbol, llamado Ronald Acuña Jr.
Intenciones de destruir la esencia del beisbol
Magnates capitalistas gringos prosiguen en sus intenciones por destruir la genuina esencia del beisbol. Abocados por satisfacer archi-conocidos intereses financieros-parasitarios de emporios televisivos, el comisionado de MLB, Rob Manfred, y su “ lacayo imperial” Tony Clark, triste representante de la Asociación de Jugadores, implementaron en los entrenamientos primaverales, la absurda regla de los 20 segundos, tiempo límite para que los lanzadores tiren la pelota a home.
Esta nueva payasada, no explica como se aplicará con corredores en base. ¿El pitcher dispondrá de sólo 20 segundos para recoger al corredor que intenta robarse una base, y enfrentar luego al bateador de turno?
Imagínense lo bizarro de la situación, semejante a icónicas comiquitas de Bugs Bunny, y la cantidad de discusiones que provocará este nuevo invento de los nuevos “genios de la pelota capitalista”.
Mientras los equipos de la liga japonesa de beisbol, cobran una millonada de dólares a gerentes de Grandes Ligas, por el mero hecho de “conversar” con sus peloteros, en la ligas del Caribe seguimos nutriendo “de gratiñán” a la MLB.
Urge revisar los estatutos que nos convierten por decreto, en patio trasero de la MLB, donde nuestros equipos, luego de ser despojados de su talento emergente, no reciben ni medio por la transacción.
Deberíamos aplicar el sistema asiático para la negociación de jugadores. Imagínense por un momento, las mejoras que pudieran realizar en los estadios, el impulso que tendría el beisbol menor, y la innumerable cantidad de material deportivo que pudieran adquirir los equipos de la LVBP, si cobraran a la MLB, un precio justo por la firma de peloteros como Miguel Cabrera, José Altuve, Salvador Pérez, Carlos González o “El Cafecito” Martínez, entre otros.
Mucho dinero para un pelotero
Manny “Orejitas” Machado quedó “buchón” luego de firmar lucrativo contrato con Padres de San Diego, por 10 años y la bicoca de 300 millones de verdes dólares. Me parece mucho dinero por un pelotero, que hasta la fecha, “arruga” a la hora de la chiquita. Recordemos sus recurrentes slumps con Orioles y Dodgers, al momento de jugar post-temporada.
Si a esto, le sumamos sus polémicas declaraciones, donde afirma que no le gusta entrenar, pudiéramos inferir que su escandaloso y sobrevaluado contrato, servirá para incrementar ostensiblemente el valor en el mercado, de jugadores mediáticos como Bryce Harper, convertidos por agentes como Scott Boras, genuino mercenario capitalista bachaquero de la MLB, en millonarias mercancías de compra-venta, destinados a crear llamativos productos que puedan ser explotados por emporios mediáticos gringos.
Esta lógica financiera-parasitaria que, lamentablemente priva en el beisbol actual, sólo se interesa por crear “productos altamente redituables”, sin importarle el perfil humano del jugador, ni mucho menos sus condiciones deportivas.
Así, se valen de perversas estrategias publicitarias, para promocionar imágenes, capaces de vender cereales, video-juegos, revistas, prensa, programas de radio y televisión, y toda mercancía que caracteriza a la industria capitalista.
Finalizamos la presente columna, con una reflexión de Brooks Robinson, legendario antesalista de Orioles de Baltimore, e integrante del Salón de la Fama de Cooperstown: “La mujer bella, es paraíso para los ojos, infierno del alma y purgatorio de la chequera”.
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Ciudad VLC / Claudio González Luna / Opinión
