En un recorrido por la Av. Bolívar norte de Valencia, Edo. Carabobo, la mañana de este domingo 19 de mayo, el equipo reporteril del Diario Ciudad VLC quiso constatar la naturaleza y características de las colas por gasolina, que se vieron durante la semana pasada en los surtidores de combustible de la entidad.
Pese a los denodados esfuerzos del Gobierno Nacional por asegurar el normal surtido de gasolina a todas las estaciones de servicio del país, una gran cantidad de consumidores, alarmados por una creciente ola de mal intencionados rumores sobre escasez extrema del combustible, han plenado con sus vehículos calles y avenidas de distintos estados del país dificultando tanto el normal ritmo de llenado, como la disponibilidad regular del derivado petrolero.
En el estado Carabobo, por ejemplo, esta semana que recién termina se hizo bastante patente esta problemática, impulsando a que el gobernador de la entidad, Rafael Lacava, llamara a la calma al pueblo, aparte de exhortarlo a tener confianza en virtud de los grandes esfuerzos que está desarrollando el Ejecutivo, tanto desde la Refinería El Palito como desde Yagua, para surtir de gasolina a once estados en particular.
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En este mismo sentido, altos personeros del Gobierno Bolivariano, como el canciller Jorge Arreaza, han venido denunciando la inmoral campaña internacional que se tiene contra Venezuela, impulsada desde los EE.UU., para no proveer los necesarios aditivos que se requieren para producir los distintos combustibles, claves tanto el parque automotor venezolano como para su industria.
Tal parece entonces que esa campaña de descrédito, aupada internamente por políticos inescrupulosos, y que llama a la invasión militar extranjera y al sabotaje al pueblo y sus necesidades desde distintos frentes, se quiere avivar aún más propiciando el malestar de estas colas por combustible.
Los convocados por la incertidumbre son reunidos para ponerlos a hablar sobre el mismo tema, intensificando así el malestar y potenciando a su vez el círculo vicioso: es decir, agravando una escasez de gasolina en buena medida inducida, a lo interno, por esas mismas colas desesperadas.
Ciudad VLC/Ramón Núñez
