El Senado de Florida, en Estados Unidos, aprobó un proyecto que permitirá armar a los maestros dentro de las aulas de clases, luego de que dicha petición fuera hecha por el presidente de los EE.UU., Donald Trump y pocas semanas después del tiroteo más sangriento en una escuela en la historia de Estados Unidos.
Aunque parezca un cuento de ficción, la decisión del Senado de Florida surge luego de una masacre el pasado 14 de febrero en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, ubicada en Parkland, un suburbio de Fort Lauderdale, Florida, donde un estudiante disparó contra sus compañeros de clase. En esta tragedia, 17 estudiantes y profesores fueron asesinados.
Las balaceras en escuelas se han vuelto muy comunes en dicho país, donde se contabilizan más de cien tiroteos dentro de instituciones educativas.
Luego del tiroteo en Florida, al presidente Trump se le ocurrió la gran idea de «armar a los profesores» como manera de combatir estas situaciones. Sin embargo, pocos días después otro tiroteo se suscitó en una escuela de Dalton, Georgia, pero con otro matiz: fue un maestro quien disparó y mantuvo secuestrados a sus alumnos durante horas.
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El Senado de Florida aprobó invertir 67 millones de dólares para entrenar a los docentes a portar armas, con el fin de colocar a diez docentes armados en cada escuela en Florida. Las votaciones fueron sobre las enmiendas propuestas al proyecto de ley conocido como Ley de Seguridad Pública Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas.
La NRA, gran triunfadora de la medida
La Asociación Nacional de Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) resultó ser la gran ganadora de este proyecto, pues no se concretó la prohibición de rifles y fusiles de asalto, La NRA ha influenciado a punta de dólares y lobby a congresistas estadounidenses para que no prohiban el uso de rifles de asalto, ya que, de concretarse, las pérdidas económicas serían multimillonarias en un país con dos armas de fuego per cápita.
El proyecto rechazó prohibición de compra de fusiles de asalto y además elevó la edad mínima para comprar un fusil o una escopeta a 21 años y prohíbe el uso, la venta o la posesión de los bump stocks, unos accesorios usados cuando murieron 58 personas en Las Vegas el 1 de octubre, que convierten a las armas semiautomáticas en automáticas.
Ely Reyes/Ciudad VLC
