La implantación del nuevo registro diario de jornada laboral promete hacer evolucionar a corto plazo la supervisión del horario en 3,5 millones de empresas españolas.
La exigencia de contar con un documento fiable, trazable y no manipulable para controlar las horas contratadas y las extraordinarias sin que la Inspección de Trabajo imponga sanciones de 6.000 euros ha despertado un mercado de soluciones tecnológicas que prometen cumplir con la ley y evitar las multas.
En realidad, y a falta de instrucciones más precisas, cualquier sistema que permita a la Inspección de Trabajo acceder al registro y obtener una copia que contrastar valdría.
Esto incluye desde una hoja Excel a bandas magnéticas, pasando por otros modos más avanzados.
«Con tal de que se documente, los empresarios no tendrán ningún problema, pero son ellos quienes conocen mejor que nadie su negocio y quienes mejor pueden decidir cómo lo hacen», explica Ana Ercoreca, presidenta de la Asociación de Inspectores de Trabajo.
Ercoreca afirma que, ante la ausencia de un modelo similar al distribuido por la Seguridad Social entre las empresas para tramitar las altas laborales, las asesorías están recomendando a las empresas informatizar registros como la manera más práctica de cumplir la ley.
Exigencias básicas, tecnología compleja
Si las exigencias legales son básicas, la tecnología añade al registro prestaciones que proponen llevar el control de los empleados a niveles precisos y personalizados.
Implantarlo en un móvil como una aplicación más que haga de supervisor puede ser práctico, si bien exige conocimiento por parte del trabajador.
Con el principio de que cuanto menos intrusivo sea ese sistema, menor es el riesgo de incumplir la Ley de Protección de Datos, la nueva regulación ha desatado una gran actividad.
Grandes empresas como Microsoft o SAP, las medianas como Sage, Cucoren, B+Safe o incluso start upscomo la francesa Payfit que ofrecen digitalizar y externalizar los departamentos de recursos humanos, tratan de hacer llegar su oferta a pymes que hasta ahora quedaban fuera de su mercado.
La multinacional alemana SAP, por ejemplo, ofrece módulos de 98 euros más 8 euros por usuario para un modelo de gestión de tiempos de entrada, salida y descansos (con botones de ida y vuelta para varios tipos de descansos con opción de identificación por código de barras).
El modelo guarda registro de toda la información y puede generar completos archivos de cada empleado filtrando datos.
El registro diario de jornada ha servido a otras compañías como la británica Sage para completar su oferta de prestaciones en los programas de gestión de recursos humanos.
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Estos servicios ya ayudan a planificar turnos por centros de trabajo o departamentos, además de facilitar acceso al sistema desde cualquier dispositivo y generar informes por empleado y actividad de jornada, incluyendo contabilidad y traspaso de horas extra, nocturnidades o absentismo.
La competencia es intensa entre empresas que ofrecen sus sistemas en este periodo de negociación para implantar sus registros y todas anuncian descuentos.
Para pequeñas y medianas empresas, Sage cobra 190 euros por poner en marcha su sistema, además de una comisión de 25,2 euros por empleado y año. Sus descuentos son de hasta el 40%, asegura en su oferta comercial.
Danilo González / Ciudad VLC / ElMundo
