UNA LECTURA A LA BIENAL DEL SUR 2018

Una Lectura a la Bienal del Sur 2018 es una aproximación a este evento artístico y crítico que se realiza en Valencia desde el 19 de octubre de 2018. JCDN.

En el Museo de Arte Valencia se realiza la segunda edición de la Bienal del Sur 2017-2018, ello con la participación de artistas plásticos venezolanos y extranjeros, además de especialistas y críticos de arte. Supone una visión estética, política y poética conducente a la liberación de nuestros pueblos. El diálogo gira alrededor de la tierra, la alienación, la identidad y el cuerpo. La muestra va del discurso revolucionario audaz al panfleto político partidista. He aquí nuestros comentarios a este importante evento plástico y crítico.
En la Sala de Piedra tenemos al venezolano Demetrio Silva y el conjunto escultórico de 5 piezas Memorias de la tierra (2012): Exploración del cuerpo con sus desnudos oprimidos y sus engendros demoníacos, como si se configurara un Infierno en las Américas por sortear. Por otra parte, Joëlle Ferly de Guadalupe en el video Ville / Devil (2011), desarrolla una contra-campaña rebelde e iconoclasta contra la transnacional Digicel que arropa el paisaje antillano con su publicidad compulsiva.

En primer plano «Máscaras para disparar palabras» de Gabriel López García, al fondo «Arcoiris caribeño» de Laura Solano

En la Sala siguiente, observamos que Edgar Álvarez Estrada en A brazo partido (2017), profana fallidamente al Goya terrorífico y antropófago para componer su unidimensional pinta panfletaria: Saturno devora a sus hijos disfrazado de Tío Sam. Asimismo ocurre con los slogans plásticos El Señor de los Aviones (2017) de Elvis Rosendo y Máscaras para disparar palabras (2017) de Gabriel López García. La fotógrafa Isabel Falcón parodia y desmonta el revistero occidental [Muy interesante, National Geographic, Cosmopolitan, Time] en el foto-montaje digital Portadas decoloniales (2017), filtrando así un debate en torno a la descolonización mediática y académica del discurso en todas sus manifestaciones. El tríptico Cuna de la Resistencia (2017) de Mario Cicerón, apela al muralismo político para recrear el equívoco e irregular proceso de pacificación entre las FARC y el gobierno de Santos en Colombia, con sus tortugas antediluvianas, un Papa Portátil, Bolívar y Marulanda. Priva, en este caso, la incertidumbre que se pasea del violeta al verde: el nazareno padece el vía crucis en medio de la selva. El Arcoiris Caribeño (2017) de Laura Solano propone un ejercicio de Geometría lírica que simula una cascada de lana multicolor. Los dos tótems de Johnny Mendoza encarnan el Discurso Salvaje opuesto al del mantuanaje del que nos hablaba Briceño Guerrero.

«El señor de los aviones» de Elvis Rosendo

Antes de acceder a la primera sala, destaca Broken souvenirs (2017) del palestino Eman Mohammed, video documental que aborda con eficacia técnica y conmovedora poesía el terrorismo que impactó a Oklahoma en 1995, Gaza en 2008, Nueva York en 2001 e incluso el centenario genocidio armenio que documentó nuestro Rafael de Nogales Méndez. En cambio, Los dos terrorismos (2017) de Ramón Siverio es un breve y logrado comic que toma prestado del Pop-Art: Las tres viñetas vierten el típico discurso ideologizado, alienante e intolerante del género que contagia y propaga el anti-islamismo: “…e incubaron el actual terrorismo de Alá”. Las categorías entenebrecidas “terrorismo de estado” y “terrorismo privado”, además de extremistas, pecan de imprecisas y prejuiciosas al igual que los arquetipos de Marvel o Disney. ¿Impostura, Simulación o Asimilación? Liliane Blaser y Lucía Lamanna en el video documental Ágora violenta (Barbarie en la civilización), 2017, proceden al desmontaje mediático y político de las guarimbas de 2014 y 2017 en Venezuela: El montaje de buena factura y gran dinamismo, lo cual nos cita el cine político de Oliver Stone, logra integrar el proceso histórico con la coyuntura inmediata cubierta en el presente filmado. El uruguayo Juan Ángel Urruzola, invierte el mapa físico de América Latina contentivo en cajas de madera en Nuestro norte es el Sur, abordaje cínico de la problemática atinente a la territoriedad emancipada y, por qué no, la terredad poética.

«Tú el alimento, yo la fuerza» de Johnny Mendoza

La Sala 1 se inicia con un díptico fotográfico tremendista del iraní Azadeh Akhlaghi: la serie By an Eye-Witness (2012). Ambas fotos intervenidas y aliñadas con un estilo hiperrealista, se solazan en la violencia, el efectismo estético y la profecía. La primera desparrama a las víctimas por una escalera más cercana a la de Odessa que a la de Jacob, mientras que la segunda recrea el conflicto árabe-israelí del que se opina hasta la saciedad en el más atroz desconocimiento. La instalación de Oscar Sotillo Libro arma, 2017, reproduce un baratillo del libro en un espíritu informalista que auspicia el mestizaje o amancebía entre Arte y Artesanía. Reitera la búsqueda de sus mejores exponentes como Franklin Fernández y Ximena Benítez. El brasileño Julio Leite cambia el color de las banderas de Cuba y Estados Unidos en Proyecto para un mundo nuevo, 2017, procurando un diálogo auténtico que construya una mejor convivencia entre ambas naciones. El trinitario Alex Kelly incursiona en el dibujo parodiando la estatua ecuestre y un Totom Macoute como símbolo de la represión en Haití. El iraquí Mohammed Al Shamarey en el video-instalación Digital Revolution (2017), nos presenta una coreografía de varones árabes al son artificial de la Primavera revoltosa que destruye los Estados nacionales. José Lobo pone a nuestra disposición 6 fotos en blanco y negro que homenajean con calidez, humor y pertinencia a nuestros cultores populares.

«Anónimos» de Ricardo García

Las salas 2 y 3 reúnen lo mejor de esta muestra contingente y diversa. El maestro Manuel Quintana Castillo brilla con su tríptico Petróleo nuestro de cada día I-II-III (2010): Por medio del graffiti y la hermosa consistencia de la línea sobre un fondo etéreo, desarrolla un ensayo visual del desmadre de la República Petrolera en Venezuela, tan válido como los textos de Díaz Sánchez, Uslar Pietri y Domingo Alberto Rangel. El iraquí Sadik Kwaish acompaña a Quintana Castillo con un precioso y lírico tríptico de animación: Ali’s Boat, A letter, Flying over Bagdad. La sencillez del dibujo animado en blanco y negro, exalta la imaginería infantil, salvaje y onírica que nos reconcilia con una realidad poética aparte. Los objetos como las serpientes, las escaleras y los saurios vuelan para ser tocables y tocados, ello a contracorriente de la evasión que aliena a los hombres. En cambio, Honys Torres en Racismo sin piedad (2017), invita a una fiesta infantil que incluye poster policíaco, piñata racista y payaso macabro a lo Stephen King. ¿Quién cumple años? ¿Trump o Borsolano? El chino Yu Chengsong en Diaoyu Islands, 2017, tinta china sobre papel Xuan, traza una paisajística borrascosa y expresionista en el marco del conflicto entre China y Japón. Los fotógrafos Rodrigo Benavides y Miguel Moya reconstruyen un discurso estético, transgenérico y político-libertario en las Antillas y el Caribe: un genial árbol de tostones el de Benavides y una paisajística intensa toda red y mar la de Moya. El namibio Vilho Nuumbala completa la ronda fotográfica con tres estupendas piezas que retratan a una pareja de labriegos, el por qué de tanta represión y la fachada-poster contra la violencia de género. El chileno Máximo Corvalán en el video-instalación Tiempos sobre Corea (2016), descompone la cartografía que separa a las dos Coreas en un afán dialógico y lúdico, al punto de difuminar el paralelo 38. Son excelentes los retratos expresionistas en «Anónimos» (2017) de Ricardo García. El ruso Andrey Budaev, por vía del foto-montaje hiperrealista, caricaturiza el discurso y la praxis política de Donald Trump sin arrebatos panfletarios ni teoremas conspirativos: El presidente troglodita se arrastra por las ciénagas terroríficas del Sur racista, eleva su ego de Marlboro man en un rodeo, encabeza la comparsa de su gabinete ataviados todos de estatua de la libertad y, mejor aún, intenta responder ¿Europa se hace grande de nuevo en 2018? [Claro que sí, bajo mi estridente y absorbente tutela]. El colectivo venezolano “Quinto Aguacate y Las Caimaneras” en el video-instalación Agarra tu nevera (2017), teniendo como cortina musical un trash latino [¿Iraquere a alta velocidad?], exhibe una coreografía descocada de las bolsas de basura en la Urbe, la cual se burla del ecologismo cándido de María Rivas y la hipocresía de las burocracias progresistas y gatopardianas. Nos sorprendió José Méndez con Hay hambre en el comando, 2017, un cuadro nocturnal naif que pareciera la portada de un disco de raperos criollos perseguidos por la policía de Chacao.

La Sala 4, por último, da cabida a un simpático video-instalación de los colectivos nacionales Teatro 3AC y Delaonza films, alusivo a José Gregorio Hernández, José Gregorio de todos, 2017, el cual indaga en código de comedia a nuestro venerable como mito místico, cultural y popular: El médico de los pobres se metamorfosea en grafitero, Comandante de Santidad cortesana e incluso motorizado. Alimzhan Zhorobaev de Kirguistán, lo complementa al tratar a Lenin como protagonista histórico, símbolo y fetiche [como si fuese un cohete interestelar inverso por disparar]. La venezolana Soledad Tovar se apoya en el grabado sobre el papel en Desasosiego, 2017, para desenrollar sus retratos como historias clínicas vivas y sufrientes. Los también venezolanos Jorge David Rojas y Javier Level no desentonan con sus propuestas enclavadas en el retablo y la instalación. Rojas, de Carabobo, nos obsequia un retablo que se vincula al Arte Pobre intitulado Haití libre, 2017, cuya denuncia política es honesta, anti-panfletaria y sin rebusque esteticista. Level en Alegorías de un instante intangible, entre memorias y naturalezas muertas, 2017, vaciado en resina con materiales diversos, construye un relato fantástico con duendes, seres mitológicos, fetos y espejos que trituran el tiempo real y reseco. Pareciera un mini-museo de cera para impresionar y disuadir a los visitantes inoportunos.

Instalación «José Gregorio de todos» de Teatro 3AC y Delaonza films

Recorran esta interesante muestra y luego discutimos la pertinencia de un arte libertario que juegue a placer con las leyes del mercado, e incluso desdiga preceptivas ideologizantes.

LEE SOBRE LA INAUGURACIÓN DE LA BIENAL DEL SUR 2018 EN VALENCIA

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José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC

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