Víctor Jara, una de las voces más reconocidas de Chile, fue detenido, torturado y asesinado de 44 balazos días después de instalada la dictadura de Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.

 

Este martes -45 años después- el horrible crimen de Jara parece comenzar a ver algunos atisbos de justicia, luego de que nueve militares que participaron en su asesinato fueran condenados por un tribunal chileno.

 

El ministro en visita para causas de derechos humanos de Chile, Miguel Vázquez Plaza, condenó a nueve militares retirados por su responsabilidad en el homicidio del cantautor revolucionario, informó el diario La Tercera.

 

Además, en la misma sentencia se los inculpó por la muerte del exdirector de Gendarmería Littré Quiroga. Ambos crímenes ocurrieron en septiembre de 1973, al inicio de la dictadura del general Augusto Pinochet.

 

Los militares responsables de las torturas y posterior asesinato de Jara y Quiroga fueron identificados como Hugo Sánchez Marmonti, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana, Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso.

 

Las condenas son de 15 años y un día por actuar como autores de ambos homicidios, con una pena accesoria de tres años por el secuestro simple de ambas víctimas.

 

Igualmente fue sentenciado a 5 años y un día de presidio el oficial Rolando Melo Silva, por actuar como encubridor de ambos homicidios. Este exmilitar deberá purgar otros 60 días por encubrir ambos secuestros.

 

Los ministros de visitas son una figura creada por las cortes de apelaciones chilenas para que los jueces actúen como tribunal de primera instancia en determinadas investigaciones que tengan connotación pública.

 

Un crimen atroz

Pocos días después del derrocamiento y asesinato del presidente Salvador Allende, miles de personas fueron llevadas detenidas hasta en Estadio Chile, que funcionaba como cárcel de la dictadura de Augusto Pinochet.

 

Entre las miles de personas se encontraba Víctor Jara, cantautor revolucionario que durante los 4 días de su detención fue interrogado al menos 2 veces en los camarines subterráneo del estadio.

 

Allí fue sometido diversas torturas, entre ellas la fractura de sus manos a golpes de culata ‘para que no pudiera más nunca tocar la guitarra’, quemaduras con cigarrillo, le rompieron los dedos, le cortaron la lengua y lo sometieron a simulacros de fusilamiento.

 

Finalmente el 16 de septiembre Víctor Jara fue acribillado junto al director de la Empresa de Ferrocarriles del Estado y su cuerpo fue tirado a la calle.

 

Hoy en día, el estadio Chile fue renombrado como Estadio Víctor Jara y en homenaje a las miles de víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, apoyada por los Estados Unidos bajo el denominado Plan Cóndor.

 

 

Ely Reyes/Ciudad VLC/Con información de RT

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