EL CRONISTA ECOCIDA

El cronista ecocida se refiere a la villanía contranatura del escritor Luis Cubillán contra unos árboles cincuentenarios en la casa del Doctor Pedro Téllez Pacheco. JCDN.

El doctor y escritor Pedro Téllez ante el desmadre ecocida

Nuestra ciudad, lamentablemente, ha sido víctima ecológica y patrimonial de hombres pervertidos: politicastros, urbanistas desarrollistas, burócratas indolentes e instituciones viciadas. Hoy no sorprende que un escritor de la tercera edad, contrariando su oficio, haya cometido recién un ecocidio en la Urbanización Guaparo.

El escribidor de marras, cocinándose en su propio y resentido caldo, profanó la casa del psiquiatra y escritor Pedro Téllez Pacheco para talar árboles que nos cobijaban bajo su fronda. He frecuentado la casa de los Téllez desde hace más de treinta años. Me regocijaba la vegetación, la biblioteca personal, amplia y plural y, en especial, el calor de esta familia apreciada y decisiva en mi formación como escritor compulsivo.

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Siguen vivos en tan peculiar Lar el espíritu generoso (no sólo para conmigo) del Doctor Pedro Téllez Carrasco, su esposa Doña Teresa y su hijo Santiago, sembrados en la memoria de nuestra Valencia de San Desiderio. Traen consigo la reconfortante brisa de la sabiduría, la solidaridad y el buen humor hispanoamericano digno de Cantinflas y Aquiles y Aníbal Nazoa. Me reconozco a mí mismo en esta locación freudiana que hermana a Carl Gustav Jung, Goya, Gustav Meyrink y Santa Teresa de Ávila.

Otra foto sobre el acto infame

Por fortuna, el acto mezquino y envilecido de Luis Cubillán no logró profanar en esencia este Templo del Amor, la Literatura imbricada de contundente poesía y la cultura. El paladinismo falso de este villano, colindante con fantasmagorías ideológicas y reaccionarias, no legitima ni el ecocidio ni su tenor enclavado en el odio gratuito.

No es primera vez que adverso a Cubillán en los términos más civilizados posibles. Años atrás desmonté un largo, rimbombante y maledicente artículo contra nuestro también amigo (para ese momento Cronista de Valencia) el Poeta José Joaquín Burgos. El pasquín tuvo como móvil su despecho consistente en no haber sido nombrado Cronista de la Ciudad. No nos queda otra que concluir que el “cronista ecocida” detesta de manera simultánea a los árboles y a la poesía auténtica.

El escriba farisaico Luis Cubillán acaba de descubrirse como un vacuo y desnudo Emperador: Su “Cosiata” peripatética no honra a la Valencia del Rey, sino que la ridiculiza en tanto despiste conservador y neo-godo.

Nos solidarizamos con el estupendo ensayista y promotor cultural Pedro Téllez Pacheco. Su Bestiario personal y familiar integrado por bachacos, hormigas, ratones y murciélagos sigue haciendo de las delicias de sus lectores. No los espanta la malignidad de los sepulcros blanqueados que aún deambulan por allí.

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José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC

2 Comentarios

  1. ERRATA
    Donde dice:la casa del »Doctor Pedro Téllez Pacheco», debe decir: la casa del Doctor Pedro Téllez Pacheco y el artista Javier Téllez.

    Gracias,
    Javier Téllez.

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