Este jueves, una de las situaciones más lamentables se ha vivido en España, un país cuya democracia ha sido duramente cuestionada en los últimos días. El rapero Valtonyc tuvo que huir a Bélgica justo antes de que acabase el plazo de 10 días que le concedió la Audiencia Nacional para que empiece a cumplir la condena de 3,5 años de prisión que pesa sobre él por injurias a la Corona y amenazas, es decir por insultar al rey de España.

 

Según ha informado TV3 citando fuentes de su entorno, José Miguel Arenas Beltrán, Valtonyc, salió de España con el propósito de eludir la acción de la justicia. El rapero aseguró a través de su cuenta de Twitter que «desobedecer es legítimo y obligación ante este estado fascista».

 

«Mañana es el día. Mañana van a tumbar la puerta de mi casa para meterme en la cárcel. Por unas canciones. Mañana España va a hacer el ridículo, una vez más. No se lo voy a poner tan fácil», escribió el rapero.

 

https://twitter.com/valtonyc/status/999272324468826113

 

¿Presos políticos en España?

La Audiencia Nacional dictó este jueves, a petición de la Fiscalía, una orden internacional de busca y captura del rapero Valtonyc ante su escape. La Fiscalía había solicitado que se activara la orden europea de detención ante la posibilidad de que el cantante se encuentre en un país de la UE.

 

“Ve y diles que tengo miles de misiles apuntando a su majestad”, son las frases por las que Valtonyc irá a la cárcel

 

Además del caso de este rapero, a quien España le ha violado reiteradamente su libertad de expresión y creación, hay otros casos de intelectuales que han sido acusados, citados o juzgados por sus posturas políticas, lo que es una muestra más que fehaciente de la existencia de presos o perseguidos políticos en la nación ibérica.

 

Uno de ellos fue la citación a un juzgado del actor español Willy Toledo por insultar a Dios, a la virgen y a los supuestos derechos divinos de la corona española, además del caso de Alfon, un joven antifascista de 23 años que fue detenido el pasado 14 de noviembre de 2012, durante una marcha pacífica.

 

Si hablar mal del rey es un delito, ¿por qué no lo es insultar y amenazar a un jefe de Estado como lo hacen repetidamente en Venezuela contra Nicolás Maduro? ¿Qué pasaría en España si alguien en Twitter amenaza públicamente con matar al rey, a su familia o a us seguidores?

 

Esto es España, el país que pretende darnos lecciones de democracia.

 

Ely Reyes/Ciudad VLC

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