Imperdibles del periodismo (8): José Martí propone un comentario breve sobre las crónicas periodísticas de este autor cubano y universal. JCDN.

Una edición de las crónicas de José Martí

José Martí (1853-1895) no sólo fue uno de los gigantes del movimiento modernista junto a Darío, Vargas Vila y Lugones, sino también un polígrafo de raza en Nuestra América. En su caso, la crónica posee una índole invasiva respecto a los géneros “mayores” como la poesía, el ensayo y la narrativa.

A tal respecto, Cintio Vitier (2006) nos lo ratifica: “Lo cierto es que, junto al más enarcado de sus discursos y el más íntimo de sus versos, cartas y Diarios, el periodismo fue el principal vehículo del pensamiento martiano: un periodismo convertido por él en análisis, advertencia, poesía, visión” (p. 200).

Martí en una estampa familiar

Incluso, sus crónicas se arriman a la pintura de tema histórico del siglo XIX para humanizar líricamente al héroe, tal como lo hizo en el “Discurso pronunciado en la velada de la sociedad literaria hispanoamericana el 28 de octubre de 1893”. Su Bolivarianismo no apostó por el ritual de ultratumba ni el despropósito ideológico, por el contrario, vivifica su legado en el presente relatado y comentado con proyección a un futuro posible desprovisto de éxtasis megalómanos: “¿Adónde irá Bolívar? ¡Al respeto del mundo y a la ternura de los americanos!” (Martí, 2016, p. 51).

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En “Un viaje a Venezuela”, la crónica se vale del artículo de costumbres, el paisajismo interiorizado y el detalle sociológico y cultural para que Bolívar sea acompañado por su pueblo lleno de virtudes, debilidades y contradicciones.

Obra literaria de José Martí publicada en la colección clásica de Biblioteca Ayacucho

Qué decir de las “Escenas norteamericanas”, en las que se destaca el ojo asombrado y despiadado de Martí al punto: Desde los retratos admirativos y dinámicos de Emerson, Washington y Walt Whitman hasta la comparsa multicolor, cuasi circense y carnavalizada del pueblo estadounidense que se debate entre su propia revolución traicionada, la arrogancia imperialista en ciernes y el sustrato victoriano que todavía lo aqueja.

La poligrafía de Martí impregna esencialmente a las crónicas, pues la compulsión por una vida digna es el motivo central de la poesía moderna, la crítica de arte y la militancia política que subyacen en la prosa periodística.

Por lo tanto, es causal la falsificación ultraterrena de sus crónicas en el exilio por parte de Guillermo Cabrera Infante en el capítulo-pastiche de la novela coral “Tres tristes tigres” (1967) dedicado a “La muerte de Trotsky referida por varios escritores cubanos, años después -o antes”. Como bien lo observa el poeta Vitier, Martí abrevó en el extranjero las fuentes de su apego por Cuba, tanto en el rol de cronista y crítico de corresponsalía como en el de militante político que fundó y pobló las páginas de “Patria”, su propio proyecto periodístico y liberador entre 1892 y 1895.

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José Carlos De Nóbrega / Ciudad VLC

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