La llegada de la injerencia occidental en Libia, a través de militares de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), provocó una ola de desgracias para el pueblo de Libia.
Pueblo que vio cómo su país cambió por completo y que hoy sobrevive en medio del caos.
Ayer se cumplieron ocho años del comienzo de la invasión y el balance es menos producción petrolera y una severa crisis de refugiados.
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Según un informe difundido por Telesur no hay Estado en Libia.
Conviven dos gobiernos: uno asentado en la capital, Trípoli, y el otro en Tobruk, que se disputan la autoridad y que cuentan con el apoyo de diversos grupos armados.
Aunque no hay cifras oficiales, la ONU cataloga a Libia como uno de los países más pobres del mundo. Su Producto Interno Bruto per cápita pasó de 12.120 a 5.193 dólares.
En 2016, alrededor de mil refugiados libios llegaron a Italia, otros 4.500 se ahogaron ese año antes de llegar a costas italianas.
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La cantidad de oro y plata del país africano estaba valorada en más de 7 mil millones de dólares, y aunque no hay cifras actuales, se sabe que Occidente tomó parte de los recursos del país.
Tampoco hay cifras oficiales de fallecidos, sin embargo la ONU estima que al menos 50.000 personas han muerto durante la guerra, incluidos mujeres y niños. La violencia aún persiste.
Ciudad VLC / Telesur / U.N.
