La ley del anfitrión nuevamente se impuso. Este jueves, en el partido inaugural del Mundial Rusia 2018, la selección anfitriona aplastó 5 goles por 0 a una pobre selección de Arabia Saudí, un rival flojo que dejó mucho qué desear.

 

Con un rival tan débil era normal que la selección anfitriona se diera un banquete, pero este bocado no llegó sino hasta el tramo final del encuentro, lo que pudo  haber empañado el debut soñado de Rusia en su propio mundial.

 

La selección rusa, de no ser por el banquillo, probablemente no hubiese goleado. Denis Cheryshev -que sustituyó a Dzagoev en el minuto 24- se convirtió en héroe al marcar doblete, incluyendo un golazo a tres dedos.

 

Sin embargo, a pesar de la goleada escandalosa, Rusia pudo haber hecho mucho más ante una selección tan débil, lo que deja enormes dudas sobre sus próximos partidos ante Egipto y Uruguay. Ni egipcios ni charrúas dejarán tantas facilidades y tantos huecos en defensa, por lo que la clasificación de los anfitriones pasa por Egipto y el gol average.

 

Yuriy Gazinskiy fue el primer goleador del Mundial de Rusia 2018. El centrocampista ruso entró en la historia de la competición, abriendo al minuto 12 el marcador del Rusia-Arabia Saudí con un cabezazo tras centro de Golovin que soprendió a Al-Mayouf.

 

Sin embargo, poco más de Rusia en el primer tiempo aparte del gol de Cheryshev en el 43.

 

Denis Cheryshev, Mundial Rusia 2018 | Ciudad VLC
Denís Chéryshev, el hombre del Villareal español, marcó un doblete entrando desde el banquillo.

 

El banquillo respondió

Ya entrada la segunda mitad, Rusia seguía controlando los hilos del juego, pero con múltiples llegadas que terminaban en nada. La desesperación de la afición ya era evidente en las gradas, al saber que necesitaban marcar la mayor cantidad de goles posibles para tener algún chance de pasar de ronda.

 

Arabia Saudí parecía un equipo amateur que vino a participar, pero no a competir. Demasiados errores e imprecisiones dejaban un boquete abierto para los delanteros rusos, pero error tras error de los saudíes, venía perdón tras perdón de los rusos. El 2-0 se veía como el resultado que marcaría el final del partido, hasta que el técnico Stanislav Cherchésov decidió hacer movimiento en su banquillo.

 

Dzyuba, en el primer balón que tocó al minuto 71 se sumó a la fiesta. Cherchésov había metido a su tanque ruso y disparó en el primer chance que tuvo. Para desnudar otra vez las carencias verdes: dos goles de cabeza en el área pequeña.

 

Luego vendría el doblete de Cheryshev al 91 con un golazo a tres dedos en el bode del área y por último, ya en el 93, un golazo de falta de Golovin, que pondría cifras definitivas al encuentro. Cheryshev y Dzyuba, que entraron de sustitutos, se encargaron de marcar tres de los cinco goles del combinado ruso… Menos mal entraron, dirían algunos.

 

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Golovin destacó por encima del resto

No es que Arabia Saudí sea el mejor termómetro para medir la actuación de un jugador ruso. El combinado asiático decepcionó en el partido inaugural del Mundial y dio la razón con su flojísima actuación.

 

Sin embargo, si alguien destacó sobre los demás fue Aleksandr Golovin. El joven centrocampista, futbolista que se ha destapado en las dos últimas campañas en el CSKA de Moscú, dominó a su antojo el choque y participó en hasta tres de los tantos que Rusia le hizo a Arabia Saudí en el partido inaugural.

 

Dos asistencias y un gol para iniciar un mundial no son nada malas para un chico de su edad, que al parecer ya entró en la mira de observadores de todos los equipos.

 

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Ely Reyes/Ciudad VLC

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