Debido al supuesto «deterioro de la situación social» y «la pérdida del poder de compra de los salarios, las jubilaciones y las asignaciones sociales», la Confederación General del Trabajo (CGT) realizan el quinto paro nacional en Argentina por 24 horas contra la gestión del presidente Mauricio Macri.

 

La CGT aseguró, que durante toda la jornada no funcionarán buses, ni trenes, ni habrá vuelos. Tampoco trabajarán bancos ni oficinas estatales, ni habrá recolección basura.

 

De igual forma, los hospitales públicos anunciaron que atenderán únicamente emergencias.

 

Paro nacional en Argentina en medio de las diferencias

El paro ocurre casi un mes después de la huelga que realizaron el 30 de abril los gremios más radicales, agrupados en el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona), de la que también participaron las dos facciones de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

 

 

A pesar de las fracciones prodiálogo con el Ejecutivo, los grupos gremiales se plegaron al paro, que esperan que tenga mayor contundencia a las acciones realizadas anteriormente.

 

El llamado a paro fue hecho por las fracciones con mayor peso en términos políticos y su enorme caudal de afiliados, los cuales dirigen los gremios del Transporte (CATT), estatales (UPCN), los de la construcción (UOCRA), empleados de Comercio (SEC), entre otros.

 

La medida de fuerza coincide con los 50 años de la histórica protesta que en 1969 encabezada por trabajadores y movimientos estudiantiles de la provincia de Córdoba contra la dictadura de Juan Carlos Onganía, conocida como «El Cordobazo«.

 

Aquella jornada, que se extendió al 30 de mayo, provocó una insurrección popular que hizo tambalear al gobierno de facto, y allanó el camino para acabar con la proscripción del peronismo, que ganó las elecciones cuatro años más tarde, en 1973.

 

Desempleo, pobreza, inflación y mala economía

Por su parte, Carlos Acuña, uno de los secretarios generales de la CGT, reconoció en una entrevista radial que la huelga de este miércoles se enmarca en «un momento muy difícil del país», ya que «muy pocas veces» los argentinos atravesaron «esta situación tan grave».

 

 

Los propios datos oficiales del Gobierno respaldan esa dramática caracterización: en abril, la inflación registrada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) fue de 3,4 %, con una leve desaceleración respecto a marzo (4,7 %).

 

En este contexto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) marca una inflación anualizada de 55,8 %, mientras la mayoría de los salarios y las jubilaciones no crecieron de manera proporcional en el país sudamericano.

 

El fuerte aumento de las tarifas de servicios públicos es también un factor erosivo para el bolsillo de los argentinos, con incrementos promedio de entre el 35 y el 55 % solo en el último año. 

 

El desempleo es otro de los flagelos derivados de las políticas de Macri, ya que en marzo, el INDEC informó que en el último trimestre de 2018 alcanzó el 9,1 %, un punto y medio por encima de la desocupación registrada en el mismo periodo de 2017.

 

De igual forma, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que el desempleo trepará este año al 12 %.

 

Paro nacional en Argentina

 

Trabajadores limaron asperezas en favor de la nación

Por su parte, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, aseguró que el paro será «el pico» en toda la serie de protestas gremiales realizadas contra el Ejecutivo «desde que empezó con el plan de ajuste contra los trabajadores».

 

Paro nacional en Argentina

 

En ese sentido, Yasky evaluó que la huelga de este 29 de mayo «va a repercutir dentro y fuera del país por su masividad». Y se mostró seguro de ello porque «no solamente tiene como convocantes a las principales centrales sindicales del país, sino también a los movimientos sociales, y cuenta con el apoyo de las organizaciones que agrupan al empresariado Pyme». 

 

Por eso, estimó el diputado de la Provincia de Buenos Aires por Unidad Ciudadana (kirchnerismo), el paro «se va a notar también en la actividad comercial».

 

Yasky sostiene que una medida de fuerza de este tenor debió hacerse «hace mucho», pero no fue posible por diferencias entre los sectores gremiales más importantes del país.

 

«Lo hemos venido sosteniendo desde hace tiempo. Lo dijimos cuando hicimos el paro del 30 de abril, que la CGT en su momento decidió no acompañarnos», señaló el docente.

 

El paro en medio de un año de elecciones

En los últimos días, algunos referentes sindicales de peso expresaron su apoyo a la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner para las próximas elecciones de octubre.

 

Por su parte, Yasky estima que el amplio respaldo a un mismo espacio peronista podría tender «un puente» hacia la unificación de buena parte del movimiento obrero, dividido en estos años por la figura de la expresidenta (Cristina).

 

Pero a solo cinco meses para las elecciones, Yasky cree que «no hay que descartar» más medidas de fuerza de aquí a octubre.

 

«La situación social es gravísima, crece el desempleo, cada vez hay más inflación, la recesión está haciendo estragos y la economía está paralizada. Todo indica que el padecimiento social se va a agravar», concluyó el dirigente.

 

Ciudad VLC / Tomado de Actualidad RT

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