Pedro Téllez/CiudadVLC

En medio del proceso de guerra económica, política, mediática y diplomática que se desarrolla contra Venezuela, el control por la mente y emociones del individuo juega un papel primordial ya que determina la conducta de las y los venezolanos, sean estos civiles o militares. Es aquí donde apelamos a disciplinas como la psicología y la psiquiatría para su adecuado análisis y desentramado.

Para conversar sobre este tema, Ciudad Valencia web entrevistó al psiquiatra valenciano, Pedro Téllez.

 

LA PSICOLOGÍA DE MASAS DEL FASCISMO

Por ser un tema que resulta preocupante, sobre todo al constatar la existencia de grupos minoritarios conformados por ciudadanos que piden “por favor” la invasión de una potencia extranjera, ¿como llegamos a este punto?.

Téllez se muestra alarmado y trata de aportar su experiencia como terapeuta de la conducta para brindar elementos científicos que ayuden a comprender el por qué de esta irracionalidad.

 

-¿Existe un perfil psicológico del individuo que lo haga susceptible a ser manipulado?

“No hay un perfil psicológico de susceptibilidad para ser manipulado, todos podemos ser manipulados. Esa es precisamente una de las premisas, estrategias y características de la guerra psicológica: Todos somos susceptibles a la guerra psicológica; todos compartimos el mismo aparato psíquico, y recordemos que estas son guerras preparadas en laboratorios con participación de intelectuales inescrupulosos, que preparan previamente las estrategias y utilizan como canales los medios de comunicación de masas que pueden ir desde los tradicionales como la radio y la televisión hasta los más sofisticados: celulares, chats, instagram, entre otros, entonces todos somos susceptibles, unos más, otros menos, pero todos somos en principio susceptibles”.

 

UNA MENTIRA REPETIDA SUFICIENTEMENTE PUEDE CONVERTIRSE EN VERDAD

Téllez recuerda el papel del gran manipulador y jefe de la propaganda nazi Joseph Goebbels, quien estuvo al servicio de Adolf Hitler desde su llegada al poder en 1933. Goebbels sostuvo que “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

En este sentido, Téllez hizo mención a un trabajo de Wilhelm Reich, que se llama “La psicología de masas del fascismo” donde él explica que cada uno de nosotros tiene tres niveles o “capas” en su psiquis: una externa o superficial, vinculada a lo que podía ser la solidaridad y la fraternidad; una capa intermedia que se relaciona con el egoísmo, la destructividad, o como lo denominaba Freud: lo anal sádico, la crueldad y los instintos más individualistas en detrimento del otro a que apelaban los regímenes fascistas; y una capa más interna más profunda que tiene que ver con el amor, el ímpetu revolucionario, y que políticamente se relacionaría con la idea socialista o comunista.

-Wilhelm Reich se preguntaba ¿Cómo es posible que los obreros en Alemania, que eran los trabajadores con mayor conciencia de clases en Europa, terminaban apoyando a Hitler y al fascismo?. Y eso obedeció a una campaña de estímulo de esa capa intermedia, egoísta de tendencia sádica que cualquiera puede tener y que al ser estimulada de forma repetitiva aflora; y eso lo vimos en Venezuela cuando el fenómeno de las guarimbas, personas que aun siendo de clase media y no estar tan profundamente afectadas por la situación económica salina a las calles y agredían a sus vecinos, ocasionando muertes inclusive.

-¿Cómo ocurrió eso?

-Eso obedeció a un plan de estimular esa capa intermedia de la agresividad que todo el mundo la tiene como apagada y generó ese fenómeno de agresión entre los vecinos, contra la fuerza pública y hasta daños a la naturaleza pues cortaban los árboles, los seres inanimados también fueron afectados.

-Fíjense entonces que todos somos susceptibles a no solo convertirnos en víctimas sino en victimarios, si la manipulación logra su objetivo.

Pedro Téllez/CiudadVLC

 

TIPS PARA NO SER MANIPULADOS

Frente a la realidad expuesta, Téllez orienta sobre mecanismos sencillos de implementar frente a los contenidos mediáticos.

Debemos conocer el origen de las cosas que vayamos a leer, quien las emite, tener información sobre quien es el autor, no es bueno entrar en dialogo o leer y consumir textos anónimos, textos que son reenviados y no se sabe quien es el emisor.

-El dialogo debe contemplar la capacidad de responder a una persona, entonces los mensajes y documentos que no tienen un soporte sobre cuál es su origen, en muchos casos constituyen “fake news” (noticias falsas).

-Es importarse comunicarse y rescatar el dialogo persona a persona, ya sea entre dos o ya sea inclusive ámbitos de discusión colectiva, en grupos, foros, entrevistas, donde haya la empatía de saber con quien te estas comunicando, donde puedas ver elementos del lenguaje corporal y del estado de ánimo.

Los mensajes cargados con emociones negativas que no son asertivos, -la asertividad se refiere a la capacidad de decir la verdad o decir lo que uno siente pero sin carga adicional emocional-  esos son mensajes que son más libres y más útiles para el dialogo, en cambio los mensajes con carga de odio ya solamente al recibirlo te afectan.

-Evitar el kitsch, el mal gusto, la sobrecarga de las emociones, esas imágenes que ya se ven que son retocadas, grotescas y falsas, imágenes del pasado que son recontextualizadas, cosas que pertenecen a otros países que están en proceso de guerra civil ajena a Venezuela o esas mismas imágenes que hacen mucho daño, por ejemplo, la quema de personas, ahora mismo se ha hecho un llamado a quemar y hacer una hoguera con los carnets de la patria, bueno hagamos memoria de esas hogueras que hacían los nazis con libros… el carnet tiene la foto de una persona ¿por que ese gusto por la quema?.

El psiquiatra sostiene que ahora estamos frente a una reedición de esos métodos mediáticos del fascismo, que al final significan vulnerar a la persona o a su imagen. Es necesario reconducir el diálogo persona a persona, o en grupos, el diálogo donde la condición previa es que nadie tiene el monopolio de la verdad, y que producto de ese diálogo va a producirse algo construido por mi y por el otro”, concluyó Téllez.

 

Leer también: La guerra psicológica: clave de los ataques contra Venezuela

 

Ciudad VLC/Ismael Noé

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