La Justicia de Ecuador solicitó este martes la prisión preventiva contra el expresidente Rafael Correa, además de solicitar una alerta roja de Interpol para que el exmandatario sea capturado en Bélgica, donde Correa reside desde que abandonó la Presidencia.
De acuerdo a medios internacionales, la solicitud fue presentada por el fiscal General Paúl Pérez «por incumplimiento de la medida cautelar de presentación periódica ante la Corte Nacional» por su presunta vinculación con el intento de secuestro en Colombia del legislador ecuatoriano Fernando Balda en 2012, fuerte opositor al gobierno de Correa.
Tras esta decisión, el exmandario ecuatoriano calificó a estos hechos como un «complot» en su contra, así como señaló que la jueza que ordenó la prisión preventiva «allana al desacato de la Asamblea Nacional».
Rafael Correa: Es un fiscal puesto a dedo
«Fiscal puesto a dedo, vinculación sin ninguna prueba, jueza que se allana al desacato de la Asamblea Nacional, medida cautelar imposible de cumplir, etc ¿Saben cuánto éxito va a tener esta farsa a nivel internacional? No se preocupen, todo es cuestión de tiempo. ¡Venceremos!», expresó el líder de la Revolución Ciudadana en su cuenta en Twitter.
«Balda ya anunciaba en noviembre que se venían procesos judiciales que me pondrían orden de captura de Interpol. ¿Adivino o parte de un complot? Hagan sus apuestas. En las próximas horas enviaré un vídeo por redes. ¡Hasta la victoria siempre!», escribió en otro mensaje con referencia a un tweet escrito en noviembre por el mismo Balda, quien señalaba que se podría ejecutar una boleta de detención por parte del Gobierno de Ecuador en su contra.
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En este sentido, agradeció los mensajes de solidaridad de los ecuatorianos, quienes expresaron su respaldo al exmandatario.
«Agradezco a todos sus muestras de solidaridad ante este nuevo y grave atropello a la justicia y mis derechos.
Yo estoy bien. No se preocupen. Buscarán humillarnos y hacernos pasar un mal rato, pero una monstruosidad así JAMÁS prosperará en un Estado de Derecho como Bélgica», recalcó.
Con esta orden, la administración de Lenin Moreno suma un nuevo atropello contra las figuras claves de la Revolución Ciudadana. La primera fue contra el vicepresidente Jorge Glas – quien también ejerció este cargo durante la gestión de Correa entre 2013-2017 – , que se encuentra privado de libertad desde diciembre pasado y está condenado a seis años de cárcel por su presunta asociación ilícita en el caso de la constructora brasileña Odebrecht.
La OEA, silencio cómplice
La Organización de Estados Americanos (OEA) y su presidente, Luis Almagro, no se han pronunciado respecto al caso de la solicitud de detención de Rafael Correa, así como la detención del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, quienes a todas luces son perseguidos políticos condenados judicialmente para apartarlos de la carrera política en sus países.
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Esto demuestra, una vez más, que la OEA mantiene un silencio cómplice ante este tipo de atropellos mientras mantiene una política hostil contra el gobierno venezolano.
Las órdenes dictadas desde el Departamento de Estado de EE.UU. son claras: Exterminar con los gobiernos de izquierda en la región, así tengan que tomarse acciones judiciales como las aplicadas contra Lula y Correa, o violentas como las ejecutadas en Venezuela y Nicaragua.
Y un grupo de países que conforman la OEA han manchado de sangre sus manos al permitir, avalar y estimular estas acciones bajo la complicidad de Luis Almagro.
Ciudad VLC/AVN
