La problemática del transporte en Carabobo es cada día más compleja y esto se traduce en detrimento para la mayoría que debe, por una u otra razón, trasladarse de un lugar a otro. Los usuarios coinciden en las mismas denuncias: falta de unidades colectiva, aumento ilegal del pasaje por parte de los choferes y colectores y el maltrato de éstos hacia los pasajeros.

 

Si se hace un recorrido por la ciudad se nota que cada día la gente se traslada a pie o en camiones improvisados. La falta de unidades colectivas es evidente. Muchos dueños de las líneas se justifican en decir que han paralizado los carros porque no consiguen repuestos e insumos o éstos tienen un precio tan elevado que le es imposible costear.

 

Otras unidades circulan, pero en los horarios y rutas que mejor convengan a sus dueños. Algunas se han dedicado a prestar servicio a particulares o empresas privadas. Es un problema que va más allá de los insumos y de los repuestos.

 

Gobierno hace un esfuerzo para atender al sector

Cabe destacar el esfuerzo del Ejecutivo Nacional para atender la demanda del sector, con quien ha sostenido en reiteradas oportunidades reuniones e instalado mesas de trabajo a fin de proveerlos de los tan necesitados insumos y escuchar sus quejas y propuestas.

 

Recientemente, los transportistas del municipio Guacara recibieron lubricantes gracias al convenio establecido entre Pdvsa Vassa y la alcaldía de esa jurisdicción. A principios de abril, fueron atendidos, en una jornada a cielo abierto, varios trabajadores del volante en Valencia. La Autoridad Única del Transporte en Carabobo, Gilberto Ceballos, se ha sentado a escucharlos y con ellos se han acordado soluciones para la prestación de un mejor servicio.

 

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Lo propio hacen las Alcaldías y la Gobernación, la Coordinadora Nacional de Transporte y el Ministerio, quienes han recibido a voceros del sector y atendido sus requerimientos.

 

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Entonces, ¿qué está pasando?

Muchos valencianos aseguran que las «mafias» enquistadas en el sector y que están en contra del Gobierno Bolivariano y del pueblo, son responsables de tal problemática. Otros, indican que la situación es parte del plan que arrecia a medida que avanza la campaña electoral y con ella la posibilidad del triunfo de Nicolás Maduro a quien han querido doblegar por todos los medios.

 

Petra González habita en La Isabelica y cuenta que desde hace muchos meses la ruta que pasaba por su sector y que iba con destino a la avenida Bolívar, dejó de circular. Asegura que las pocas que pasan solo llegan al Terminal de Pasajeros Big Low y a lo mucho a la avenida Branger.

 

«Pareciera que los choferes y colectores se han plegado a un juego macabro contra el pueblo. No cumplen las rutas, cobran lo que les da la gana y de paso, nosotros, los pasajeros debemos aguantar que nos insulten. Ahora nos condicionan para subirnos a las unidades: que si no aceptan billetes de 100 bolívares, que si no pagas antes, no te subes, que si los estudiantes y personas de la tercera edad deben pagar completo, y pare de contar», denuncia González.

 

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Señalan al Gobierno para que le pueblo se moleste

Por su parte, José Cornieles, quien habita en Flor Amarillo reflexionó al respecto: «Las últimas veces que el sector transporte en Valencia o en alguna parte del país ha llamado a paro, lo ha hecho siguiendo las líneas de quienes adversan al chavismo.

 

Lo han hecho sin ninguna justificación clara y aceptable. No puede ser que el Ministerio de Transporte ofrezca a precios justos los insumos y los repuestos a los transportistas y luego muchos de ellos van y lo negocian a precio especulativo, dejando entonces sin los mismos a sus propias unidades que prefieren tenerlas paralizadas y luego mienten a los usuarios diciendo que se van a paro porque no tienen repuestos».

 

El pueblo debe entender que esta problemática va más allá de los insumos y repuestos, indica Cornieles.

 

«Estamos atravesando por un grave problema económico. Nos tienen bloqueados y así es difícil que muchas cosas ingresen al país. Debemos también entender que nos quieren arrodillar por cualquier vía y eso no lo podemos permitir. Ahora que está en pleno desarrollo la campaña electoral, pareciera que todos los males se unen para que el pueblo se moleste y acuse al Gobierno», manifiesta Cornieles.

 

Más problemática: doble pasaje y campaña psicológica

Otra arista de esta problemática la reseña el joven José Manuel Pérez, quien habita en el municipio Libertador y debe trasladarse a diario a Valencia porque razones de trabajo.

 

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«La falta de transporte en Tocuyito es grave y eso se debe no solo a que hay pocas unidades, sino a la modalidad que están usando, desde hace mucho tiempo los choferes y colectores.

 

En horas de la mañana y hasta y poco antes de mediodía se ven muchas camionetas. El flujo de estas baja en la tarde y horas pico, cuando debería haber una mayor circulación, pues la gente retorna a sus hogares; pero esto no es todo. Estas unidades incumplen su ruta ya que se trasladan de Libertador hasta el puente Santa Rosa y luego que descargan a los pasajeros, unos minutos después, cargan hasta el Big Low, lo que implica que el usuario debe cancelar doble pasaje, es decir entre 6 mil o 10 mil bolívares», cuenta Pérez.

 

Según el joven, choferes y colectores, amenazan con no dejarlos montar a la unidad si no tienen los billetes ( y que no sean los de cien bolívares) en la mano. Vociferan que todo está costoso y aplican una campaña psicológica contra los pasajeros.

 

Cuando uno logra montarse en una camioneta lo primero que nos gritan es que no aceptan billetes de cien bolívares, cuando la vigencia de éstos es hasta los primeros días de junio. Luego dicen que llegarán hasta el puente Santa Rosa y que el costo del pasaje es tanto, por ejemplo esta semana varió entre 2 mil y 5 mil bolívares. Luego que nos bajan en Santa Rosa, estacionan la camioneta unos metros más adelante para después ofrecer el servicio hasta el Terminal de Valencia

 

Ante esta situación, la gente solicita al Gobierno nacional, regional y municipal, unir esfuerzos para acabar con las mafias que boicotean este importante servicio.

 

Mónica Llovera/Ciudad VLC

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